Esta entrada va dirigida a un personaje entrañable. Dicen los titulares que su mirada sobre la gente tenía algo de divina, pero su mente y sus dibujos iban más allá. Nos alegraba todos los días con sus dibujos y recientemente nos abandonó para ir a un lugar mejor.
Estoy orgulloso de llevar el apellido Mingote y a pesar de ser un familiar lejano suyo, creo que al menos, por mi parte se merece un homenaje. ¡Va por tí, maestro!
A. Mingote
Alvaro M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario