miércoles, 11 de julio de 2012

Life is a song

¡Hola a todos de nuevo! Llevo unos días pensándome un precepto que oí y al final me ha parecido algo digno de mención. Tal vez si no tocáis un instrumento o no os gusta mucho la música ( música de verdad, nada de esos remixes e historias de esas de ahora que no tratan de expresar nada) alomejor no lo conseguís coger del todo, pero bueno, el caso es que es algo curioso.

Hablo de si la vida puede ser una canción. Cada uno elige la canción que va a sonar en su vida; cada uno elige la canción que va a ser su vida. Unos elegirán al Pitbull este, pero cuando pasen 50 años, se darán cuenta de que no pinta nada. Pero hay opiniones y opiniones: "para gustos, los colores", o mejor dicho "para gustos, las canciones"

Hay quien elegiría música clásica, hay quien elegiría música latina e incluso hay quien elegiría una canción lenta que trate de amor o de los Beatles, o de un grupo que sólo conoce él mismo, eso no importa. Unas son más tranquilas, otras más rítmicas, otras más agradables... El caso es que cada uno elegiría una canción que haya marcado su vida, que tenga un cierto significado para él; una canción que haya oído en cualquier momento, en los buenos y en los malos, que le traiga felicidad y le lleve a seguir adelante, a olvidar lo malo y a conseguir sus sueños, a vivir sus años. Naturalmente, todos (o al menos yo) estaríamos indecisos, pero lo que importa es que la encontremos, que encontremos una canción que suene como nuestra vida, que sea nuestra vida, que la oigas y digas "esta es, sin ninguna duda". 

"El amor es la mejor música de la partitura de la vida; sin él serás un ser eterno desafinado en el inmenso coro de la humanidad"






"Life is a song" by Patrick Park. ("Maybe life is a song, but you're scared to sing along until the end...")

Salu2! 

Álvaro M. 

miércoles, 4 de julio de 2012

Una sonrisa inteligente

Pues sí, efectivamente; creo que voy a continuar con el presente blog. ¿La razón? No sé, tal vez es que es una forma de recordarme a mi mismo quién soy, o cómo decía aquel filósofo griego "de dónde vengo y a donde voy". 

Pues bien, hoy he estado acompañando a mi hermano pequeño a vacunarse a un centro de salud en el que estaba su pediatra. Hasta ahí todo normal, y eso que yo iba "de rebote" pues no tenía planeado ir. Sin embargo, ha habido algo que me ha llamado mucho la atención. Hemos entrado en la consulta (toda la familia, a lo grande, como siempre) pero esta vez ha ocurrido algo distinto. La doctora (que sustituía al pediatra de mi hermano) ¡¡nos sonrió!!


Sé que parece una tontería pero pensadlo: ¿Cuántos médicos a los que habéis ido os han sonreído al entrar? (no hablemos de las típicas enfermeras recepcionistas...) Creo que hoy he recibido una lección que me marcará como (futuro) médico.  Y dándole vueltas a esto he pensado cómo cambia la actitud del paciente con esta sonrisa; podréis creerlo o no, pero mi hermano (de 4 años de edad) no ha echado ni una lágrima a pesar de las 2 vacunas.

Y es entonces cuando han venido a mi frágil memoria aquellas fugaces palabras de mi abuelo, que me decía cuando era pequeño: 

"Álvaro acércate, ven aquí. A mí no me importa lo que quieras ser, pero de lo que seas, ¡me gustaría que fueras bueno en eso! Tal vez no tengas mucha suerte, y alomejor te conviertes en basurero; pues ¿sabes qué? Ni una de las estrellas del cielo dejará de sonreír si eres un buen basurero. Me sentiría orgulloso de mi nieto, que no sólo sabe hacer un trabajo, sino que le pone todo su afán. Y es que debes recordar siempre Álvaro que el más inteligente no es el más listo, sino el que mejor se adapta a las circunstancias que le rodean"

"Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de una espada" 

William Shakespeare

Álvaro Mingote