No sé si sabíais que el sábado me regalaron una BlackBerry, y que el domingo se me rompió (y, por supuesto, no valía la garantía). Me duró un día. Fue entonces cuando apliqué el único y gran principio que me marca: "nunca te des por vencido". Así, saqué tiempo de debajo de las piedras para intentar arreglarlo. Pero nada, no funcionaba.
La desesperación iba creciendo, al igual que el numero de pantallas y de cables (como veis en la foto). Sin embargo, la vida me volvió a dar una lección: cuando ya todo estaba perdido y no había nada más que una cosa que intentar (y a la desesperada), la enchufé al ordenador, le borré todo lo existente y ... tras 22 horas de intenso borrado, funcionó. Un ejemplo más de que, si quieres, puedes.
"La habilidad y la constancia son las armas de la debilidad"
Nicolás Maquiavelo.
Álvaro M.
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