Aquí vuelvo, una vez más, para dar a conocer cosas que para mí son obvias, pero que según mi experiencia, la gente desconoce. Estoy seguro de que mucha gente no ha probado o no le gusta la miel: que si tiene mucho azúcar, que si el colesterol, que si es muy espesa...
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgvnKdPmz0PsZnniMTW0gzB3jiaxgBkdtSFZrnL9tNAlteykjiIBQNZQrcWNa9MFV0lyzLE9HadWUK1tDZOB8h_k6t1WzqFZ-cT8_EtGNs_slKoIsX_RNb8Vnx56GOL1hltBNaDZ3v0nNRG/s1600/Miel-AOC-de-Corse1.jpg)
Un día decidí investigarlo y, cual fue mi sorpresa al ver lo siguiente: "La miel posee actividad antibiótica natural gracias a unas sustancias llamadas inhibinas; tiene propiedades antisépticas y antibióticas, acelera el proceso de cicatrización, alivia infecciones de garganta y faringe, es un alimento digestivo, muy indicado en caso de fatiga física o para deportistas ya que presenta una capacidad remineralizante del organismo. Es también un alimento depurativo y presenta propiedades anti inflamatorias. Ralentiza la caída del pelo y sirve incluso contra el dolor de muelas."
Lo contrasté con otros artículos, revistas e incluso pregunté a algunos médicos. ¡Todo verídico! Desde entonces la tengo siempre a mano, porque pase lo que me pase, la miel me va a servir. Todo esto puede parecer ridículo, pero yo siempre digo que "las luces no se encienden sin fe". A mí me funciona, y de hecho algunos médicos la usan como terapia, y en los pueblos es el remedio más abundante. Ahí queda eso.
"No se hizo la miel para la boca del asno"
Álvaro M.
Álvaro M.
No hay comentarios:
Publicar un comentario